domingo, 24 de enero de 2010

De las matemáticas a la alienación




El salario de mi hermano como guardia de seguridad de una institución estatal asciende a 250 pesos cubanos más 10 pesos convertibles o CUC (moneda con valor sólo dentro de la isla con una tasa de cambio de aproximadamente 27 pesos cubanos por un CUC). En aras de proporcionar a su familia de 3 personas adultas y un bebé una dieta balanceada según los estándares cubanos, mi hermano  debería comprar como mínimo arroz, frijoles varios, carne, pescado, huevos, frutas, leche y la famosa malanga, que , en nuestra cultura, es el alimento por excelencia de los bebés.

Mensualmente el estado hace llegar a las bodegas en pesos cubanos 6 libras de arroz y 1 libra de frijoles por persona. Adicionalmente garantiza 5 libras de azúcar y 1 libra de sal. De vez en vez, proporciona también papas, plátanos y boniatos en cantidades que no sobrepasan las 5 libras por persona; así como 8 huevos, 1 libra de pescado, 1 libra de pollo y media libra de aceite. Aún asumiendo que todos estos productos fueran entregados cada mes de manera estable, cosa que no se corresponde con la realidad, las cantidades antes mencionadas sólo alcanzan para cubrir las necesidades alimenticias durante las primeras 2 semanas del mes. ¿Qué come mi hermano y su familia pasado este tiempo? Bueno, siguen comiendo lo mismo sólo que ahora tienen que comprarlo en las llamadas shopping, mercados exclusivamente en CUC; en los agros o en el mercado negro (estas dos últimas opciones funcionan tanto en CUC como en pesos cubanos). En la shopping los precios son tan elevados, considerando el salario promedio de un trabajador, que sólo unos pocos privilegiados pueden darse el lujo de comprar allí todos los productos antes mencionados. En el mercado negro y en el agro la libra de arroz nunca cuesta menos de 5 pesos, la carne de cerdo, carnero o pollo, fíjense que ni a mencionar me atrevo la carne de res, cuesta 20 pesos como mínimo; la libra de tomates cuesta 7 pesos; la de malanga puede ascender a 10 y en caso de que quisiera comprar algo de fruta debe pagar la piña, por ejemplo, a 10 pesos. Si mi hermano tuviera la fatal ocurrencia de comprar para la semana todos estos artículos, bastante elementales, nunca gastaría menos de 300 pesos… ¡pero él gana sólo 250 + 10 CUC y todavía debe abastecer su hogar de artículos básicos de aseo personal, ropa y calzado! Por suerte para él, cada mes recibe una remesa familiar directa desde Europa: una ayuda económica sin la cual se vería obligado,  a pesar de sus preceptos morales y su alto sentido del respeto al prójimo, a ensanchar las filas de los millones de cubanos que han hecho de la ilegalidad una forma natural de ganarse el sustento; una ayuda económica que, no obstante, no puede impedir que, como a sus coterráneos, se le pase la vida sin tiempo para soñar, inmerso en una rutina que le corroe los mejores años de su vida.  
Nota: En las fotos, tienda estatal en pesos cubanos en el municipio capitalino de Guanabacoa. Estas tiendas deben abastecer a la población de ropa, calzado y artículos para el hogar en pesos cubanos, que es la moneda en la cual los salarios son pagados.

2 comentarios:

Vitorazi dijo...

Es una pena, conocí gente maravillosa en la bonita isla de cuba en el año 96 recorrí 5000 kilómetros.
Ahora quiero volver un mes pero no lo veo fácil alquilar un coche saldrá caro y no tengo contactos

Politicamente Incorrecto dijo...

--Así, que horror, que miseria la de mi pueblo, miseria por gusto, por el soberano gusto de una camarilla de secuestradores de bandidos que jamás vivirán como lo hace tu hermano, ninguno de esos asesinos y descarados necesitan una hermana como tu, que desde la distancia y haciendo maravillas con el dinero tiene que ayudar ó se mueren de hambre.

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