Varios días después de la conversación que sostuve con mi padre acerca de la UMAP decidí salir a la calle a preguntarle a la gente si conocían algo acerca de aquellos campos de trabajo devenidos cárceles que se pusieron de moda en Cuba en los primeros años de la década del 60. Sabía que era un tema tabú y que no sería fácil lograr que me hablaran sobre él pero tenía que intentarlo. Me fui a la esquina de la lechería donde muchos se reúnen para jugar dominó, conversar, o llamar por teléfono. No hicieron falta las presentaciones, muchos ya me conocían… son la gente de mi barrio.
Trabuco de Alejandra: TdA
Entrevistado: E
TdA: ¿Se acuerdan de la UMAP?
E1 (18 años): ¿UMAP?
TdA: Unidades Militares de Ayuda a la Producción.
Silencio.
TdA: Una especie de Servicio Militar a la que fueron llevados algunos durante los años 60…
E2 (34 años): Sí, yo sé lo que son… ahí estuvieron Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
E3: (40 años): No, Silvio nunca estuvo ahí. Pablo sí.
TdA: ¿Y qué saben de eso?
E3: Bueno, chica, la verdad no mucho… se cuenta que allí llevaron a los “frikies”, a los homosexuales…
E2: También a los religiosos y a los que estaban en contra del gobierno.
TdA: ¿Qué les hacían allí?
E3: La verdad que no sé bien… a la gente no le gusta hablar de eso. Dicen que los pusieron a trabajar en la zafra.
E4 (55 años): Yo tuve un amigo que estuvo ahí. Dice que la cosa no fue fácil. Que trabajaban de sol a sol y en condiciones bien malas… que si no te portabas bien te castigaban… pero no le gusta hablar mucho de eso…a mi tampoco la verdad…-dijo y se alejó.
E3: Yo creo que eran algo así como granjas correccionales.
TdA: ¿Granjas correccionales? ¿Pero cuál era el delito a corregir?
E6 (52 años): Eso, lo que te dijo este, eran homosexuales, religiosos o estaban en contra del gobierno…na’ que si estabas un poco pa’ allá, estabas embarcao…
TdA: ¿Y eso estuvo bien?
E6: Oye, Ale, tú sabes la respuesta a esa pregunta y también sabes que nosotros no deberíamos estar hablando de esto… no nos pongas el picao malo, mijita.
Risas.
TdA: Disculpen, no es mi intención.
E2: Bah, no le hagas caso a este que es un pesao.
E6: De cualquier manera ya eso se acabó.
TdA: Pero todavía hay gente presa por expresar su opinión acerca del gobierno, por denunciar los problemas que tenemos aquí.
E1: ¿Los presos políticos? Pero no son muchos, ¿no? La mayoría terminan yéndose del país. Mi tío se fue para Miami como preso político.
E2: Todavía hay algunos presos aquí. Por casa de mi novia pasan todos los domingos unas mujeres vestidas de blanco que son los familiares de esos presos políticos. Yo las he visto… parte el alma.
TdA: Son las Damas de Blanco y ciertamente salen a la calle en caminata pacífica para pedir la libertad para esos presos, hombres cuyo único delito es haber expresado su opinión.
E6: Oye y si hay gente presa por eso que tú dices, que a mí no me consta, ¿que p… hacemos nosotros hablando de esas cosas contigo y en la esquina? Yo lo sigo diciendo, caballero, vamos tumbando que esta luego se va y nosotros nos quedamos.
TdA: Disculpen, lo que me han dicho no va a salir de aquí y si decido publicarlo en mi blog será sin los nombres de ustedes.
E2: Por mí lo puedes poner con mi nombre.
E6: No seas imbécil, vas a terminar en Mazorra…
Risas, silencio. Después de unos segundos alguien sacó el tema de la pelota. Sentí pena por mis vecinos del barrio y por mí. Hablé un rato de pelota con ellos y de la telenovela y del tiempo...
TdA: Y no olviden la UMAP, ni a Pánfilo, ni que nadie tiene el derecho de mandarles a callar… - les pedí cuando ya me iba.
1 comentarios:
Alejandra.
Interesante la entrevista, doy fe de que es así, la gente tiene miedo hablar de política en la calle.
Resulta intesante saber que los más jóvenes ya van perdiendo el miedo, todo lo contrario a los mayores de edad que tienen el miedo enquistado.
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